Principios de Valientes _ Pruebas de fuego

Comenzaremos esta serie de temas con nuestro primer Principio de Valientes que está basado en la historia de 3 amigos: Ananías, Misael y Azarías; mejor conocidos como Sadrac, Mesac y Abed-nego: los amigos de Daniel. Su historia está en el libro de Daniel, donde se narra que ellos fueron jóvenes deportados de Israel a Babilonia y rápidamente saltaron a la fama nacional ya que prefirieron serle fiel a Dios comiendo vegetales y no contaminarse con la comida del rey; luego el SEÑOR les honró y los hizo 10 veces más competentes que sus compañeros.

En Daniel capítulo 3 tenemos la historia de una prueba que ellos tuvieron que enfrentar, y fue una de esas pruebas de fuego, literalmente. Dice la Biblia que el rey Nabucodonosor mando a hacer una estatua de oro y puso como ley que en 30 días cuando sonaran los instrumentos musicales todos debían inclinarse ante esa estatua y que quien no lo hiciera iba directo al horno de fuego; y pues nuestros amigos no lo hicieron, el rey se enojo pero les dio una segunda oportunidad, aunque ellos fueron claros, como vemos a continuación:

“16 Sadrac, Mesac y Abednego respondieron:

― No hace falta que nos defendamos ante Su Majestad. 17 Si somos arrojados al horno de fuego ardiente, el Dios a quien servimos puede librarnos del horno y de cualquier otro castigo que Su Majestad nos imponga. 18 Y aunque no lo hiciera, Su Majestad debe entender que nunca honraremos a sus dioses ni rendiremos homenaje a su estatua.

DANIEL 3:16-18 NBV

Sobreviviendo las pruebas de fuego

No había nada que negociar, entonces el rey llamo a sus hombres más fuertes a amarrarlos, calentó el horno 7 veces más y dice la Biblia que estaba tan caliente que cuando estos hombres fuertes los tiraron al horno las llamas los mataron. Pero al final, milagrosamente ven que no les ha pasado nada, y además que son 4 hombres los que caminan tranquilamente entre las llamas; el rey Nabucodonosor manda a llamar a nuestros valientes amigos y estos salen sin ninguna quemadura bien tranquilos… Es increíble, un milagro.

“26 Luego Nabucodonosor se acercó lo más posible a la puerta abierta del horno ardiente y gritó:

―¡Sadrac, Mesac y Abednego, servidores del Dios Altísimo, salgan y vengan aquí!

Entonces ellos salieron de en medio del fuego. 27 Los príncipes, gobernadores, capitanes y consejeros se juntaron a su alrededor y comprobaron que el fuego no los había tocado, ni siquiera un pelo de sus cabezas se había chamuscado, su ropa estaba intacta, ¡ni el olor a quemado se les había pegado! 28 Entonces Nabucodonosor dijo:

«Digno de todo elogio sea el Dios de Sadrac, Mesac y Abednego, pues envió su ángel para librar a sus servidores que confiaron en él y desobedecieron la orden del rey, y estaban dispuestos a morir antes que servir o rendir homenaje a cualquier dios que no fuera el de ellos. 29 Por lo tanto doy esta orden: Que cualquier persona de la nación, lengua o pueblo que sea, que hable contra el Dios de Sadrac, Mesac y Abednego, sea descuartizado y su casa quemada. Pues ningún otro dios es capaz de salvar de esta manera».

30 Luego el rey les dio a Sadrac, Mesac y Abednego una mejor posición que la que tenían antes en la provincia de Babilonia.”

DANIEL 3:26-30 NBV

Beneficios de las pruebas de fuego

No se sabe mucho sobre que paso después en la vida de estos 3 amigos, pero es lógico pensar que después de esta experiencia ellos crecieron en por lo menos 3 aspectos muy importantes:

  1. Fe: ¿Te imaginas la fe en Dios que ellos desarrollaron a través de esta prueba? En lo personal, después de un proceso de prueba, mi fe termina creciendo y no solo eso sino también siendo purificada, ya se van olvidando muchas cosas que antes eran valiosas en el corazón y se queda solo lo importante. El fuego purifica el oro… y nuestra fe es más preciosa que el oro.
  2. Amor por Dios: Amar a Dios es el mandamiento más importante y sería lógico pensar que después de que te echaron en un horno de fuego y viste con tus propios ojos como Dios mando su ángel para que nada te pasara allí, es decir, ¿Cómo no amar a un Dios así de bueno?
  3. Influencia: Tanto espiritual y laboral. ¿Se imaginan a la demás personas cuando interactuaban con nuestros 3 amigos? Su familia: “Hey, ¿es cierto que el tío Sadrac salió vivo de un horno de fuego?” O sus compañeros de trabajo: «¿Cómo es el Dios de ustedes? ¿Cómo se llama? ¿Podemos adorarle también?» Además, el mismo rey les dio mejores puestos que los que tenían antes.

Principios de Valientes

En conclusión, aquí está el principio de Valientes, anótalo en tu mente y en tu corazón:

Dios NO va a permitir que un hombre entre a un horno de fuego, a menos que eso sea bueno para él.

Amigo(a), ¿Cuál es tu horno de fuego? Puede ser:

  • Un matrimonio difícil
  • Problemas financieros que te ahogan y no dan tregua
  • Tu salud o la de algún familiar se ha complicado
  • Has perdido un ser querido recientemente
  • Estas desempleado ya días y no encuentras trabajo
  • Estás en un trabajo con un jefe difícil
  • Estas soltero(a) y te quieres casar
  • Algún hijo(a) descarriado(a)

Sabes, en realidad los 3 amigos no sabían que iba a hacer Dios si entraban al horno; pero Dios sabía de antemano que haría un milagro… Talvez te has podido sentir sólo en tus pruebas de fuego, pero Dios está contigo. Y tienes todos los recursos del cielo a tu disposición, al alcance de una oración y una llamada telefónica quizás… Luego, sí más adelante Dios permite salgas sin ningún rasguño de allí, verás como toda la gloria será para Él.

Es mi deseo que esa verdad sea un ancla para el corazón de alguien que talvez esté atravesando una tormenta por acá…

¡Dios te bendiga querido(a) amigo(a)!

SDG ~ Marcos Zúniga

Principios de Valientes (1): Dios y las pruebas de fuego

Marcos Zúniga


Discípulo de Jesús | Investigador en Formación | Máster | Ingeniero en Sistemas Computacionales | Promotor de Arte Dramático | Blogger


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