A medida vamos creciendo y comenzamos a considerarnos “independientes”, una de las situaciones más comunes que podemos enfrentar es que nos cueste mucho rendir cuentas de nuestros actos a otras personas.

“Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.”

Isaías 55:8

¿Por qué pasa esto?

Pues en general es porque tendemos a creer que estamos en lo correcto con las decisiones que tomamos, o que nuestros puntos de vista son los mejores, o puede ser también que nos de vergüenza contar lo que hemos hecho a alguien más; pues bien, por las razones que sean, lo cierto es que en la Biblia encontramos suficiente fundamento para darnos cuenta que a Dios le gusta que rindamos cuenta de nuestras vidas…

Sabes, ¡Te invito a que podamos aprender algo de este tema!

Un significado similar a “Rendir Cuentas” es:

“Explicar una situación a alguien que tiene derecho a saberla.”

Ahora bien, ¿Por qué debo rendir cuentas?

– Porque el corazón es engañoso…

Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.”

Jeremías 17:9-10

Puesto que mi corazón es engañoso, yo necesito a alguien a quien rendir cuentas, alguien que me hable de parte de Dios y que me haga ver el engaño (insensatez) de mi corazón.

Vemos claramente que no podemos confiar en

  • Supuestos sobre situaciones
  • “Corazonadas” que tengamos
  • Ideas que nos surjan “de la nada” y vayan en contra de lo que nos enseña la Biblia
  • “Semi-verdades” con las que pretendemos quedar bien con Dios y con nosotros mismos

Existen numerosos ejemplos en la Biblia donde se ve claramente que Dios usa personas para transmitir su mensaje, por ejemplo, no es casualidad si alguien te comparte un versículo un día y tú justo estabas lidiando con alguna situación similar, ese es Dios tratando de hablarte, ¿Estas poniéndole atención a Él o escuchando tu corazón?

– Porque es importante tener un/a compañero/a

Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante.”

Eclesiastés 4:9-10

Muchas veces tenemos “amigos” que no están dispuestos a decirnos la verdad cara a cara, que es la que necesito oír. Quizás se deba a que ellos no están dispuestos a perder la “amistad” haciéndome ver mis errores; la triste realidad es que por no “ofenderme” me dejan seguir mi camino hacia la destrucción… ¡Eso no está bien!

Cuando buscamos amigos debemos estar seguros que ellos nos amen tanto que estén dispuestos a decirnos la verdad cara a cara, que nos ayuden a levantarnos en caso que nos hayamos caído, en lugar de servirnos de tropiezo, ellos deben mostrarnos siempre que el gran amor de Dios ya nos ha perdonado y que tengamos nuestra esperanza puesta en Él.

Ahora puedes preguntarte, ¿A quién debo Rendir Cuentas?

– Alguien que considere primero lo que Dios enseña…

“Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu.”

Romanos 8:5

Si buscas Rendir Cuentas a alguien que te hablara de su propia filosofía, de su propio razonamiento y no de la Palabra de Dios, estarás tanto o en más riesgo de error como si no buscaras consejo de nadie.

Puedes preguntarte, ¿Y cómo sé quién piensa en las cosas de Espíritu? Pues te diré que la clave esta en encontrar una persona que demuestre con sus hechos el fruto del Espíritu que vemos en Gálatas 5:22-23 (amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza).

Debes identificar una persona (de tu mismo sexo) que reúna estas características en tu iglesia local y luego avocarte a ella para pedirle que sí desea estar al pendiente de tu vida; sí esta persona acepta, luego debes ser intencional en sostener pláticas sobre diversas áreas de tu vida con él/ella, como ser:

  • Finanzas Personales,
  • Emociones,
  • Situaciones Familiares,
  • Vida Espiritual, etc.

Y, ¿Para qué debo Rendir Cuentas?

– Para recibir corrección en el momento adecuado

“Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.”

Gálatas 6:1-2

Algo muy importante es que debemos Rendir Cuentas frecuentemente, de forma intencional, para que la dirección pueda provenir en el momento justo donde se pueda corregir un mal mayor, es vital que un Hijo de Dios tenga a otro creyente a quien Rendir Cuentas, una persona en quien confíes, ore contigo, te aconseje y escuche; pero que también sin miedo te exhorte, anime y corrija en amor.

Esta persona  no siempre te dirá lo que “tú quieres oír” o lo que resulte suave a tu oído, sino que a veces te diga lo que “te duele escuchar” pero que es verdad y necesario que escuches.

¡Reto!

¡Busquemos intencionalmente una persona a quién podamos Rendir Cuentas de nuestras vidas!

¡Que Dios te bendiga querido(a) amigo(a)!

Marcos Zúniga

* Este artículo esta basado en el estudio “Partes del Hombre de Dios en Construcción: Rendir Cuentas” del grupo cristiano “Hombres de Visión” *

Rendir Cuentas: ¿Cómo, Por qué y Para qué?

Marcos Zúniga


Discípulo de Jesús | Investigador en Formación | Máster | Ingeniero en Sistemas Computacionales | Promotor de Arte Dramático | Blogger


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