Todos en la vida atravesamos por diversos tipos de momentos, algunos son bonitos y otros no tanto; pero podríamos hacer como una especie de analogía de éstos con ciertos lugares característicos que encontramos en la Biblia.

En lo personal y, basado en este año, los veo como pantanos, desiertos y la tierra prometida.

Pantanos

«1 Pacientemente esperé a Jehová,
    Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.

Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso;
Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.»

Salmos 40:1-2

Cuando pienso en los pantanos es como la ansiedad… La ansiedad es fea, muy fea. Uno tiende a preocuparse por cosas que incluso nunca ocurrirán y fácilmente se pierde la paz y el foco de lo importante en la vida.

Este texto de Salmos 40:1-2 ha sido mi delicia en momentos así: ¡Dios realmente escucha mi oración! De verdad no puedo expresar con palabras lo importante que es eso en mi vida. Pero no se queda allí, además Dios se encarga de sacarme de ese estado de ansiedad y me pone sobre la peña, otra versión dice sobre la roca, y para mí la Roca es Cristo.

Mientras voy caminando a Su lado, es que Él se encarga de enderezar mis pasos y aunque algunas veces tropiezo, sé que Él está a mi lado. Siempre.

Desiertos

«1 Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panEl respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios

Mateo 4:1-4

Los desiertos son como la soledad… La soledad es una amarga compañía. Muchas veces nos sentimos solos o entramos a períodos donde personas que nunca pensamos fueran a abandonarnos nos dejan… O nos cambian. Eso es un desierto.

A veces, Dios nos lleva a lugares así para que nos volvamos a enamorar profundamente de Él. Son lugares donde podemos concentrar nuestra mente en Él y donde prácticamente nuestra fe es lo único que nos sostiene:

«No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios

Y, en lo personal, quiero decirte que he aprendido a amar el desierto que hace me incline ante la voz que sale de la zarza. Sí cambias tu manera de ver el desierto, vas a disfrutar de una belleza inesperada.

Y sobre todo: Sí estás en un «desierto», recuerda que hay una «Tierra Prometida» a la vuelta de la esquina.

La Tierra Prometida

Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos. Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre. 

Deuteronomio 8:2-3

Hay dos cosas importantes que Dios quería enfatizar antes que Israel entrará en la Tierra Prometida: la obediencia y la memoria.

En la Tierra Prometida habrán batallas, pero éstas no deben pelearse cómo se pelean en el mundo; el Señor quiere que peleemos diferente para que Él sea quién se lleve la gloria siempre.

Así que, la clave más que llegar rápido a la Tierra Prometida está en cómo llego; es decir, qué clase de persona soy en ese momento.

Y además es importante recordar frecuentemente que no siempre las cosas fueron como son ahora, hubo un momento en tu pasado y el mío que anhelábamos tener lo que ahora tenemos; ¿O ya se nos olvidó?

La verdad es que es fácil olvidar… Por eso, porque es fácil olvidarse de las bondades de Dios, es que es clave ser intencionales en recordarlas. Dios quiere que recordemos cómo éramos no para acusarnos sino para que seamos personas agradecidas, siempre.

Despedida…

¡Ánimo! Sí hay algo que quisiera que recordaras de este blog es lo siguiente:

Sí estás en un «desierto», recuerda que hay una «Tierra Prometida» a la vuelta de la esquina.

¡Dios te bendiga querido(a) amigo(a)!

Marcos Zúniga

Pantanos, Desiertos y la Tierra Prometida

Marcos Zúniga


Discípulo de Jesús | Investigador en Formación | Máster | Ingeniero en Sistemas Computacionales | Promotor de Arte Dramático | Blogger


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