​Y harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos.

Éxodo 25:8

Ahora, nosotros ya no tenemos que hacer un santuario para Dios, Él ha decidido venir a morar en nosotros en persona, la pregunta es: 

¿Qué clase de santuario soy para Él? Y sí tengo resentimientos, envidias, pleitos, inmoralidades, orgullo; ¿No estoy siendo un santuario chuco? 

Amado Dios: Quiero ser un santuario limpio para ti. Ayúdame a limpiarme de toda la maldad de mi corazón engañoso y perverso. Que hacer tu voluntad me agrade cada día y me guarde en tu presencia. Amén.

Santuarios chucos

Marcos Zúniga


Discípulo de Jesús | Investigador en Formación | Máster | Ingeniero en Sistemas Computacionales | Promotor de Arte Dramático | Blogger


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