Hoy antes de salir del trabajo me quedé a despedir a mi jefa que toma vacaciones a partir de mañana (primeros 10 días en 3 años).
Le dije que solo quería desearle que las disfrutara mucho porque se las merece y me contó muy alegre sobre sus planes para pasarla en familia… A la salida le regalo unos tamalitos de elote que le habían dado a unas compañeras y a mí me dio uno de paso, me salve jejeje…
De verás que la grandeza de un ser humano no está en el cargo que ostenta sino en la sencillez de su corazón.
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El tamalito de elote