Creo que fue el Pastor Adrian Rogers quien clasificó que cualquier persona puede estar viviendo en una de tres posibles etapas, que son:

  1. Estás atravesando un problema.
  2. Estás saliendo de un problema
  3. Vas a entrar a un problema.

Así me sentía unos meses atrás, no me había dado cuenta que estaba viviendo un problema bien serio y que me duro mucho más tiempo del que pensaba, creo que varias semanas de hecho: Estaba pasando una crisis de ansiedad.

Para explicarte mejor te tengo que contar algo más sobre mí y así darme a entender:

CONFESIONES DE ANSIEDAD…

En este momento de mi vida tengo 31 años y estoy soltero, y no es que no tenga ganas de casarme, (¡¿Me entiendes un poco la ansiedad?!) Es solamente que ahora mismo estoy trabajando en unas cosas que Dios me ha mostrado que debo crecer y pues; siguiendo consejo sé que no es el mejor momento para tomar una decisión así de importante.

Además de eso, hay varios hermanos (as) de la iglesia con muy buenas intenciones y que me quieren mucho que están tan preocupados porque me case bien que me preguntan todo el tiempo que para cuándo… Y todas las bromas que te imaginas sobre la situación.

La verdad es que usualmente no solía darle importancia a este tema, por muchos años estuve tan fresco como una lechuga sobre el asunto, pero algo cambio, ¿La crisis de los 30 años? A saber, sólo sé que ahora sí me estaba poniendo ansioso, y bastante.

Y comienza mi mente a mal-trabajar y a imaginar mil posibilidades diferentes, preguntas obvias:

  • ¿Quién es ella?
  • ¿Para cuándo? (así como el Burro de Shrek: “¿Ya merito?“)
  • ¿Y sí me dice que no/sí?
  • Hay semanas que prácticamente vivo en la Iglesia después del trabajo, entonces pienso: ¿Quién me va a querer así?
  • ¿Y sí en vez de ayudarme con el Ministerio que recibí del Señor me es tropiezo en la carrera? (sí, yo sé que suena trágico, cuando me pongo ansioso me pongo en modo tragedia).

Entonces, así fue como caí casi sin darme cuenta en un estado de ansiedad, y que difícil es vivir así, de verdad que sí.

Como ya nos conocemos un poco más y me imagino que entraste a este artículo para saber cómo salir de la ansiedad, te diré que ocupé saber 3 cosas para salir de mi ansiedad, que son:

  1. Saber HABLAR
  2. Saber ESCUCHAR
  3. Saber CAMBIAR

A continuación, te explico un poco mejor de que se tratan los mismos:

1. SABER HABLAR

“1 Con paciencia esperé que el Señor me ayudara,
    y él se fijó en mí y oyó mi clamor.
Me sacó del foso de desesperación,
    del lodo y del fango.
Puso mis pies sobre suelo firme
    y a medida que yo caminaba, me estabilizó.”

Salmos 40:1-2 NTV

Dios me escucha, de verdad Él me escucha. Es increíble pensar que el Dios del Universo, Creador del Cielo y la Tierra, Rey de Reyes y Señor de Señores; se tome el tiempo para escucharme y escucharte, pero realmente lo hace.

Algo que me ha ayudado en esto es ser lo más transparente posible con Él, sí Dios ya sabe lo que tú y yo estamos pensando, ¿Por qué ocultárselo? Alguno dirá: ¿Y para qué decírselo? Pues, como decía una amiga, no debemos orar para que Dios sepa nuestras necesidades sino para que nos muestre cuáles son las nuestras.

Saber hablar (orar) es importante, porque el único que nos puede sacar de ese foso llamado ansiedad es Dios; y una vez que lo hace, Él pone nuestros pies firmes sobre la Roca y a medida que damos pasos, Él se encarga de fortalecernos en Él.

2. SABER ESCUCHAR

“3 Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.”

Isaías 26:3 RVR60

Pero la verdad no basta con saber hablar, ¡Es realmente clave saber escuchar! Dios promete completa paz a los que se esfuerzan en pensar en Él; y no es una paz temporal, o falsa, o parcial; es completa paz. Es una tremenda promesa la que hace Dios al asegurar semejante premio a cualquier persona que se esfuerce en dejar que Sus Palabras gobiernen sus pensamientos.

Algo que realmente necesitas hacer sí estás ansioso es pasar mucho, mucho tiempo meditando en la Palabra de Dios.

Y, no hay atajos con respecto a eso. Lo que Dios usa para transformarnos cada día es Su Palabra. Abre tu Biblia, varias veces al día, para decidir pasar un tiempo con tu Señor y dejar que Él hable a tu corazón y te diga lo que necesitas escuchar…

3. SABER CAMBIAR

“10 Así diréis a Ezequías rey de Judá: No te engañe tu Dios en quien tú confías, para decir: Jerusalén no será entregada en mano del rey de Asiria.”

2 Reyes 19:10 RVR60

El rey Ezequías y todo Judá estaban pasando una crisis terrible en el contexto de este versículo, y le mandan a decir algo que huele a azufre: “No te engañe tu Dios en quien tú confías“…

El diablo siempre ha querido hacer parecer que Dios es el malo de la película. ¡Cuidado con eso!

Muchas veces nuestras ansiedades vienen por no estar contentos con la situación que tenemos hoy en día, y sé que esto que diré puede ser difícil de digerir pero, el presente es perfecto, porque es así como Dios quiere que estemos.

Sí Dios no cambia tu situación es porque quiere cambiar tu corazón, piénsalo.

Así que, también es necesario que nos arrepintamos (cambiar de mente) y dejemos de pensar que Dios se equivoco aquí y se le salió de las manos el asunto, Dios sabe lo que está haciendo, y podemos confiar en Él (Romanos 8:28).

CONCLUSIÓN

La ansiedad es una pesada carga que Dios NUNCA nos impusó.
#SoltaEsoYA

¡Que Dios te bendiga querido(a) amigo(a)!

Marcos Zúniga

** Artículo original que publiqué en www.BlogdeCristo.com **

¿Cómo Superar la Ansiedad?

Marcos Zúniga


Discípulo de Jesús | Investigador en Formación | Máster | Ingeniero en Sistemas Computacionales | Promotor de Arte Dramático | Blogger


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