Yo no sé tú, pero yo soy por naturaleza bien desesperado: Tengo que admitir que me cuesta tener paciencia. Me desespera el tráfico, cuando los carros que van lento, los procesos lentos, las personas lentas, cuando la computadora se pone lenta, etc.

Decir esa afirmación podría extrañar a las personas que me conocen porque me muestro tranquilo y sereno. Pero eso es la obra del Señor en mí, y nada más…

Ahora bien, esta semana pasaba por uno de mis libros favoritos de la Biblia, el libro de Nehemías; y aprendí algo valioso sobre la paciencia de este gran hombre de Dios, ¿Me acompañas?

La espera en Dios (con paciencia) de Nehemías

«Estas son las palabras de Nehemías hijo de Jacalías: Sucedió que en el mes de quisleu, del año veinte del rey Artajerjes estando yo en la ciudad de Susa»

Nehemías 1:1 PDT

Han pasado los 70 años que Judá debía permanecer cautivo, primero bajo el gobierno de Babilonia y luego de Persia y Media; ahora era el tiempo de regresar a reconstruir Jerusalén como el Señor había prometido…

Ahora bien, Nehemías se encontraba disfrutando de un trabajo de mucho prestigio, puesto que era un hombre de confianza del rey, y estando en la capital escucha las tristes noticias del estado de la ciudad de dónde provenían sus padres; a causa de esto se aflige, ora, ayuna y llora ante Dios.

«Señor, te ruego que escuches la oración de este siervo y de todos tus siervos que se complacen en darte honra. Haz que me vaya bien hoy y cuando me presente ante el rey ayúdame a ganarme su favor». En ese tiempo yo era el copero del rey.»

Nehemías 1:11 PDT

Tiempo después ocurre esto:

«En el mes de nisán, en el año veinte del rey Artajerjes, un día le llevaron vino a su mesa y yo se lo serví al rey. Nunca antes había estado triste cuando estaba con el rey, pero ese día lo estaba. Así que el rey me preguntó…»

Nehemías 2:1-2a PDT

Como soy de esos que cuando ignora algo le da por investigar me pregunté cuándo eran los meses de quisleu y nisán, y encontré que se trataba de aproximadamente diciembre y marzo-abril de nuestro calendario; eso quiere decir que Nehemías espero cerca de 5 meses para plantear ese contacto con el rey que pidió desde la primera vez.

Entre Nehemías 1:11 y Nehemías 2:1 han pasado 5 meses… ¡5 meses!… ¡5 MESES!… Eso es bastante tiempo, la verdad.

De Nehemías aprendí que la espera en Dios se caracteriza por ciertas virtudes bien importantes, encuentro las siguientes:

1.- Paciencia en oración

«… te ruego que escuches la oración de tu siervo…» (Nehemías 1:11)

2.- Ayuno

«… durante varios días ayuné y oré al Dios del cielo…» (Nehemías 1:4)

La oración acompañada con ayuno, es como gasolina acompañada con fuego: ¡Explosiva!

3.- Clarificar la visión

«Esa es la ciudad de mis antepasados y quisiera poder ayudar a reconstruirla.» (Nehemías 2:5)

El tiempo mientras esperamos es el tiempo que Dios usa para mostrarnos que quiere Él que hagamos.

4.- Planificación

«… ¿Cuándo regresarás? Le dije exactamente cuánto me demoraría…» (Nehemías 2:6)

Además de orar y ayunar, está bien hacer planes de cómo podrían ir las cosas… Pensar en diversos escenarios futuros también nos ayuda a ver con claridad el asunto.

5.- Consejo

«Le ruego que una de esas cartas esté dirigida a Asaf, el administrador de los bosques del rey para que me suministre madera para las vigas de las puertas del templo, para la muralla de la ciudad y para la casa en donde voy a vivir.» (Nehemías 2:8)

Nehemías no era Ingeniero de Construcción, era Copero; así que dudo un poco de sus capacidades para establecer presupuestos y costos para levantar los muros de una ciudad; sin embargo con toda seguridad (lo digo porque además no tenía a Google para preguntar), Nehemías tuvo que pedir consejo e investigar cómo era el asunto.

Despedida

Nehemías fue un crack como líder, pero también como siervo de Dios.

Su paciencia me inspira a aprovechar los tiempos de espera en Dios a través de la oración acompañada del ayuno, pidiendo a Dios que me clarifique Su visión para mí y entonces pueda planificar y pedir consejo al respecto.

¿Y tú que opinas, querido amigo?

¡Dios te bendiga!

Marcos Zúniga

La Espera Desespera: La Paciencia de un tal Nehemías

Marcos Zúniga


Discípulo de Jesús | Investigador en Formación | Máster | Ingeniero en Sistemas Computacionales | Promotor de Arte Dramático | Blogger


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2 comentarios en «La Espera Desespera: La Paciencia de un tal Nehemías»

    1. Muchísimas gracias por tu comentario Sofía!
      Me alegro mucho haber sido útil!
      Amén a tus buenos deseos y Dios te bendiga!
      Un abrazo hasta la bella Argentina!

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