«… Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya.»
Génesis 4:4b-5a

Anoche en el grupo surgió una plática bien interesante a raíz de la pregunta: ¿Porqué Dios habrá visto bien la ofrenda de Abel y mal la de Caín?

Si bien es cierto la actitud y las motivaciones son fundamentales, agregué un comentario sobre algo que leí una vez y que tiene cierto sentido, el planteamiento va más o menos así:

¿Recuerdas que Dios había hecho túnicas de pieles para Adán y Eva cuando pecaron y los sacó del Edén? Allí hubo un sacrificio, un tercero pagó un precio por algo que no tuvo nada que ver…

Al parecer Abel lo entendió: él comprendió que Dios demandaba un sacrificio para remisión o perdón de pecados, es por ésa razón que Abel ofrendó de lo mejor de sus ovejas para Dios y a Él le agradó.

Caín por el contrario, ejemplifica a la persona que cree que puede agradar a Dios a su manera, con lo que tiene -piensa- le basta para serle aceptable. Grave error, porque a Dios NO se le agrada como uno quiere sino como Él exige.

Un ejemplo: para la graduación de mi maestría mi papá me ofreció hacer una carne asada en la casa, a él eso le encanta pero honestamente a mí no me emociona tanto… El resultado fue que terminamos yendo a donde yo deseaba ir porque era el festejado.

¿Había amor en el regalo de mi papá hacía mí? ¡Por supuesto que sí! ¿Me era aceptable? No… Lo podía recibir, pero no me producía mucha alegría que dijeramos…

O, ¿Cómo te sentirías tú si en tu cumpleaños recibes un regalo que no te gusta sólo porque sí le gusta a la persona que te lo está regalando?

Pues con Dios es similar: debemos buscar agradarle como a Él le gusta ser agradado, no cómo a nosotros nos gusta. Y punto. Por algo dice la Escritura:

«Traten de aprender qué es lo que agrada al Señor.»
Efesios 5:10 PDT

Ofrenda de Caín vs Ofrenda de Abel

Marcos Zúniga


Discípulo de Jesús | Investigador en Formación | Máster | Ingeniero en Sistemas Computacionales | Promotor de Arte Dramático | Blogger


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