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Hoy antes de salir del trabajo me quedé a despedir a mi jefa que toma vacaciones a partir de mañana (primeros 10 días en 3 años). 

Le dije que solo quería desearle que las disfrutara mucho porque se las merece y me contó muy alegre sobre sus planes para pasarla en familia… A la salida le regalo unos tamalitos de elote que le habían dado a unas compañeras y a mí me dio uno de paso, me salve jejeje… 

De verás que la grandeza de un ser humano no está en el cargo que ostenta sino en la sencillez de su corazón.

El tamalito de elote

Marcos Zúniga


Discípulo de Jesús | Investigador en Formación | Máster | Ingeniero en Sistemas Computacionales | Promotor de Arte Dramático | Blogger


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